El certificado garantiza:
«Certificado oficial» bajo la responsabilidad del Ministerio de Agricultura, con el INRA, el CTIFL*, el Servicio de Protección de Plantas y una comisión de arboricultores y viveristas. Para producir plantas certificadas es necesario:
Las parcelas utilizadas han de cumplir criterios precisos y ser objeto de controles habituales para determinar la autenticidad varietal y el estado sanitario de la producción. Cada planta certificada lleva una etiqueta individual numerada. Antes de arrancarla del vivero, se comprueba la conformidad del etiquetado.
*El CTIFL:
En colaboración con centros de investigación franceses e internacionales, así como con las estaciones regionales de experimentación; los ingenieros del CTIFL realizan trabajos de investigación aplicada y comunican los avances tecnológicos y técnicos a los profesionales:
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